Ana tuvo mucha paciencia. Desde el principio de mi trip en Colombia (sep 2010) esperó a que yo me tomara mi tiempo para llegar a su casa en la Ciudad de México (dic 2011). Allá llegué con mi mochila celeste, y con la pasión encendida por los murales monicongos. Así quedó mi regalo, un nido de amor para su nido de amor con Luis Felipe en DF. Lo comparto con mis deseos de amor amor amor esta Navidad y el 2012 en pleno. Gracias Anita, muchos monicongos enamorados para ti, bella.
que hermoso mural, tienes un gran talento. saludos
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